miércoles, 15 de junio de 2016

REPARTIMIENTO, ENCOMIENDA Y LATIFUNDIO, ASI COMO LA SOCIEDAD EN LA NUEVA ESPAÑA.



El repartimiento en la Nueva España
A la par que la encomienda, funcionaba el sistema de repartimiento forzado. Este sistema, consistía en la rotación por temporadas de los trabajadores nativos, los cuales realizaban obras públicas, al servicio de la administración, a diferencia de la encomienda que era para particulares, a cambio de una remuneración ínfima.
En repartimiento tuvo notorio desarrollo en algunos lugares de México y del reino de Guatemala, especialmente donde había gran disponibilidad de mano de obra indígena. Cada domingo, un 25% de los varones indígenas que tuviesen entre 16 y 60 años de edad, con excepción de los alcaldes del pueblo y de los que estuviesen enfermos, debía reunirse en la plaza u otro lugar público de la respectiva reducción, para esperar a los mayordomos de las haciendas de españoles de las vecindades, quienes al día siguiente se llevaban a los trabajadores, según las cuotas establecidas en un padrón levantado por mandato del presidente de la Audiencia. Éste era quien concedía a los hacendados el derecho de disponer de indígenas de repartimiento, previo pago a la Corona de medio real de plata por cada trabajador. El beneficiario debía además pagar al indígena el tiempo empleado en el camino de ida y un real por cada día de labor, así como suministrarle las herramientas que fuesen necesarias para su trabajo. El cumplimiento de las normas que regían el sistema era responsabilidad de los alcaldes indígenas, supervisados por jueces repartidores de casta de españoles.

La encomienda

La encomienda consistía en la asignación, por parte de la corona, de una determinada cantidad de aborígenes a un súbdito español, encomendero, en compensación por los servicios prestados. Tras esto, el encomendero se hacía responsable de los nativos puestos a su cargo, los evangelizaba, y percibía los beneficios obtenidos del trabajo que realizaban los nativos.
Durante los primeros años de la encomienda, no existía ningún tipo de regulación ni jurisdicción que garantizase los derechos de los aborígenes, por lo cual, éstos eran explotados. Con las Leyes de Burgos de 1512 se establecieron una serie de pautas con respecto al uso de la encomienda, y se hizo especial hincapié en el buen trato a los aborígenes. Sin embargo, los abusos continuaron perpetuándose.

Las denuncias de misioneros y alegatos de los humanistas sobre los abusos y excesos determinaron la aprobación de las Leyes de Burgos (1512), con las que se buscaba que el encomendero tuviera obligaciones de trato justo, retribución equitativa y que evangelizara a los encomendados, bajo la supervisión de los oficiales reales. Esta relativa protección llegó demasiado tarde para muchos grupos indígenas, que entre los malos tratos y las epidemias acabaron casi por extinguirse. Fue esta situación la que llevó a la Corona a adoptar, por razones morales, jurídicas y políticas, la decisión de no otorgar más encomiendas en sus dominios indianos.

El latifundio

Propiedad territorial de gran extensión, parcialmente dedicada a la agricultura o la ganadería, típica de las sociedades tradicionales donde una clase de terratenientes posee una gran parte de las tierras útiles y disfruta de elevado prestigio social y decisivo poder político. El latifundio en Latinoamérica ha adoptado la forma de haciendas, hatos, estancias, etc. El latifundio puede coexistir con el minifundio, conformado por parcelas de muy reducidas dimensiones en poder de campesinos independientes.
El latifundio conlleva la existencia de grandes extensiones de tierra ociosa, no cultivada. Esto ha originado grandes tensiones y conflictos sociales cuando el crecimiento de la población exige más producción de alimentos y reparto de tierras. Estos problemas han llevado a revueltas campesinas en Hispanoamérica, revueltas que han forzado o impulsado la necesidad de reformas agrarias para repartir la tierra y hacerla más productiva.


Principales actividades en la Nueva España
Las actividades económicas durante la historia del virreinato en México fueron parte importante del desarrollo y evolución de la vida diaria de la Nueva España.
Fue primordialmente la minería la principal actividad que se desarrolló, al grado de ser esenciales tanto dentro como fuera de la colonia.
La industria minera en el México virreinal, se sabe que extrajo entre los años 1700 y 1800, aproximadamente 34,560 toneladas de plata, que se mandaba principalmente a España y otros territorios como piezas de orfebrería.
La siembra y la ganadería fueron otro motor de la economía Novo hispana. En las tierras dominadas anteriormente por los señores indígenas, se introdujeron nuevas técnicas agrícolas y frutos como el trigo, la caña de azúcar y el arroz, principalmente introducidas estas novedades por los evangelizadores.

Clases sociales en la Nueva España
Las principales clases sociales del virreinato tuvieron, en algunos casos extremos, diferencias en cuanto a posibilidades de montar empresas, obtener altos puestos en el gobierno o desempeñar oficios y profesiones, ya que muchos de ellos estaban reservados a los nacidos en la península ibérica.

Principales clases sociales del virreinato de la Nueva España:
Españoles peninsulares: el gobierno, los altos cargos eclesiásticos y de negocios fueron exclusivos la mayor parte del tiempo a este grupo. La explotación minera y las mejores tierras de cultivo fueron acaparadas por ellos casi durante todo el tiempo que duró el virreinato.
Criollos: estos fueron hijos de españoles nacidos en américa, y muy a pesar de ser hijos de peninsulares, y aunque tuvieron facilidades para el comercio y la educación, los altos cargos en el gobierno les fueron excluidos durante algún tiempo, ya que sólo los peninsulares podían obtener tanto en el gobierno como en la Iglesia y la maquinaria mercantil que movía el virreinato los mejores puestos.
Indígenas: a los pueblos autóctonos de la Nueva España tras la conquista se les permitió conservar sus costumbres, su organización económica y sus pirámides sociales. Eran vistos como mano de obra para trabajar en las tierras que criollos y peninsulares explotaban, y no tenían acceso a altos cargos o educación de alto nivel.

Castas sociales
Las castas fueron el resultado de las mezclas raciales que en la Nueva España se dieron con el pasar del tiempo. De esto surge una clasificación que se daba a la mezcla de españoles, indígenas, africanos, asiático etc.
La sociedad en la Nueva España
La vida política de la Nueva España estaba en manos de una minoría blanca de origen europeo, constituida mayormente por dos grupos: españoles y descendientes de españoles». Desde los primeros años de la Colonia, entre estos grupos empezó a darse una gran pugna debida, en gran parte, al hecho de que la selecta minoría criolla se encontraba privada de perspectivas y destinada a empleos subalternos, lo que hacía crecer la envidia y el encono en contra de los despectivamente llamados «gachupines» que llegaban abatiendo y ocupando los puestos que corresponderían a esta clase, en la que ya podemos vislumbrar cierto esbozo de nacionalismo.

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